La propagación del COVID-19, el nuevo Coronavirus, mantiene a las personas en sus casas. Gran parte del mundo aún se encuentra en cuarentena y en los lugares que no, se está animando a las personas a quedarse en casa.

Los que tienen la posibilidad se encuentran trabajando desde sus hogares. Si eres parte de este grupo de personas que trabaja de manera remota es importante cambiar algunos hábitos y rutinas para que el trabajo sea un éxito.

Todos nos enfrentamos a desafíos únicos debido a nuestros diversos estilos de vida y al tipo de trabajo que hacemos. Aun así, muchos de los problemas principales que enfrentamos como empleados remotos son los mismos.

Todo el que trabaja a distancia tiene que descubrir cuál es la mejor rutina para cumplir con sus labores, y lograr establecer límites entre su trabajo y su vida personal.

Trabajar a distancia, especialmente cuando es desde casa, significa resolver estos y otros aspectos adicionales. A continuación, en Century 21 te ofrecemos algunos consejos para que tu trabajo a distancia sea más productivo en tu departamento o casa.

1. Mantén un horario regular

Establece un horario, y apégate a él. Tener pautas claras sobre cuándo trabajar y cuándo dar por terminado el día ayuda a muchas personas a mantener el equilibrio entre su trabajo y su vida privada. 

Dicho esto, uno de los beneficios del trabajo a distancia es la flexibilidad, y a veces es necesario extender el día o empezar temprano para adaptarse a la zona horaria de un cliente específico. Cuando lo hagas, asegúrate de terminar más temprano que de costumbre o duerme un poco a la mañana siguiente para compensarlo.

2. Crea una rutina matutina

Decidir qué te sentarás en tu escritorio y empezarás a trabajar a una hora determinada es una cosa. Crear una rutina que te motive a acércate al escritorio es otra. ¿Qué es lo que en tu rutina matutina indica que estás a punto de empezar a trabajar? Puede ser preparar una taza de café y tomarte el tiempo para saborearlo antes de empezar a mirar tu lista de tareas.

Podría ser vestirte (usar pijama para trabajar es una ventaja para algunos, pero una mala estrategia para otros). Una rutina puede ser más poderosa que un reloj para ayudarte a empezar cada día.

3. Establece reglas básicas en tu espacio

Establece reglas básicas con otras personas que vivan en tu casa nueva, o que compartan tu espacio. Si tienes hijos necesitas reglas claras sobre lo que pueden y no pueden hacer mientras trabajas.

Lo mejor es establecer un horario para cada integrante de la familia, si puedes trabajar al mismo tiempo que tus pequeños reciben sus clases remotas puedes evitarte muchas molestias. Sin embargo, muchas veces necesitan el apoyo de un adulto por lo que puedes organizarte con tu pareja para turnarse y ayudarlos sin que perjudiquen tus funciones.  

4. Programa descansos

Si trabajas por cuenta propia, invierte el tiempo adecuado durante el día para alejarte de la pantalla del ordenador y del teléfono. Una hora de almuerzo y dos descansos de 15 minutos parece ser el estándar recomendado por los especialistas.

5. No dudes en pedir lo que necesites

Si estás empleado por una empresa u organización que apoya tu trabajo desde el hogar, solicita el equipo que necesitas tan pronto como empieces tus labores, o dentro de un día o dos cuando te des cuenta de que necesitas algo nuevo.

Es extremadamente importante sentar pronto los precedentes para solicitar lo que necesitas y poder hacer tu trabajo cómodamente, incluyendo el monitor, el teclado, el mouse y la silla adecuadas.

Las empresas que están acostumbradas a trabajar con empleados remotos a menudo tienen un presupuesto para este tipo de solicitudes.

6. Establece el espacio que usarás como tu oficina

En un mundo ideal, los empleados remotos tendrían no sólo una oficina dedicada, sino también dos computadoras, una para el trabajo y otra para uso personal. Es más seguro para el empleador, y le permite hacer todas sus actividades sin inconvenientes. Pero no todo el mundo tiene una oficina separada en su casa, y mantener dos máquinas no siempre es realista.

En su lugar, dedica un escritorio y algunos objetos sólo para el uso del trabajo. Por ejemplo, cuando tu portátil está conectado al monitor y al teclado externo, es hora de trabajar. Cuando está en tu regazo, es tiempo personal. Es posible que quieras llegar a particionar tu disco duro y crear una cuenta de usuario separada para el trabajo.

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