Recorrer y mirar propiedades puede ser uno de los pasos más emocionantes en el proceso de compra de una casa.
Sin embargo, puede ser fácil dejarse llevar por la emoción, y fácilmente, pasar por alto detalles que podrían convertirse en un problema a futuro. Ya sea la ubicación, un precio demasiado bueno para ser cierto, o un potencial problema con la condición de la propiedad. Es importante que te asegures de visitar la casa o departamento antes de hacer una oferta.
Para ayudarte a evitar lo que podría ser un posible problema, o un gran gasto en un futuro próximo, te invitamos a no pasar por alto los siguientes aspectos cuando realices la búsqueda de una casa nueva.
1. Hay pocas fotos que muestran el interior de la casa
Si estás realizando tu búsqueda por internet, un potencial peligro es ver una publicación con sólo unas pocas fotos (o ninguna) del interior de la casa. En cambio, podría ofrecer más fotos del exterior o del área circundante para atraer a los compradores.
Todo vendedor quiere presentar su casa con la mejor luz posible, por lo que la falta de fotos del interior puede indicar que la casa no está en buenas condiciones.
2. El precio parece demasiado bueno para ser cierto
El precio puede ser un factor decisivo cuando estás buscando una casa. Si está fuera de tu rango de precios, normalmente la dejas fuera de tu lista. Sin embargo, si ves una casa con un precio inferior al valor de mercado, esto podría significar que hay un problema con la casa o la ubicación.
Por lo tanto, antes de entusiasmarse demasiado con la idea de un pago menor, asegúrate de pedirle a tu agente inmobiliario más información sobre el precio de la casa, él podría descubrir problemas ocultos, como que la casa necesita un nuevo techo o un sistema de calefacción, ventilación y aire acondicionado.
3. La casa ha sido puesta nuevamente en el mercado
Por supuesto, puede haber muchas razones por las que una casa fue sacada del mercado y luego se volvió a poner en venta. La compra del comprador anterior podría haber fracasado o tal vez el trato se vino abajo después de que el vendedor y el comprador no pudieron llegar a un acuerdo luego de la inspección de la casa.
O, la casa podría haber estado en el mercado durante un largo período de tiempo y el vendedor decidió esperar a que la demanda volviera a sus volúmenes normales. En cualquier caso, deberías preguntarte por qué la casa se puso de nuevo en el mercado.
¿Estuvo en el mercado durante mucho tiempo, y si es así, por qué? ¿Qué impidió que los compradores hicieran una oferta? Si estaba bajo contrato, ¿algo importante surgió en la inspección de la casa?
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4. Todo el mundo está vendiendo en el vecindario
Tener muchas opciones cuando estás buscando una casa o departamento es genial, pero podría ser un mal indicador si hay demasiadas casas en venta en el mismo vecindario. ¿Qué hace que la gente venda sus casas? ¿Está situada cerca de una autopista ruidosa? Si notas que hay muchas casas en venta, pregúntale a tu agente de bienes raíces si esto debería ser una preocupación o no para esa zona.
5. La casa está en venta sin ninguna modificación importante
Si la casa se vende tal cual, en su estado actual y el vendedor no está interesado en hacer reparaciones o mejoras. Es extremadamente importante que hagas una visita antes de aceptar la compra de este tipo de una propiedad.
Considera la posibilidad de consultar con un abogado experto en bienes raíces y examinar cualquier problema antes de realizar una oferta. Luego, asegúrate de que la casa sea inspeccionada por un profesional para identificar cualquier problema potencial antes de cerrar el trato.
6. Hay olores extraños
Cuando se busca una casa o departamento, es importante prestar mucha atención a los detalles. Si percibes un olor raro, puede indicar que hay moho, un problema de fontanería, daños por agua, problemas con el aire acondicionado, o algo más. Y si hay un pasillo o dormitorio demasiado perfumado, eso podría indicar que hay un olor que el vendedor está tratando de ocultar.
7. Hay ruidos extraños
Al visitar las casas, presta atención a cualquier ruido fuerte o extraño que puedas oír tanto dentro como fuera de la casa. Lo último que quieres es mudarte a tu nueva vivienda sólo para darte cuenta de que hay problemas con el horno o el techo, o que hay sonidos desagradables, de las construcciones cercanas o de las vías del tren.
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